tweet ;)

Follow LazzyLassagna on Twitter

domingo, 1 de agosto de 2010

Alicia

Me encontré a mi misma en el país de las maravillas. Estaba rodeada de una luz tenue y gris, había flores, muchas flores. Y setas demasiado grandes para ser normales. Mientras me veía caminar por un extraño bosque advertí que nos seguían. Yo lo advertí, pero ella no. Sabía que no me oiría, pero aun así se lo susurré.

Y ella se dio la vuelta, y le vio. Un conejo blanco se había parado en seco. Si los conejos pudieran estar sorprendidos, él lo estaba. Miraba a la niña con cara de incredulidad.

La niña del vestido azul se dio la vuelta. “Es solo un conejo”, pensó. Miro su enorme reloj de pulsera y reprimió un grito. No tenía tiempo para conejos, porque estaba llegando tarde. La esperaban. Llegaba muy tarde.

Y siguió caminando. Casi corría. En cuanto se puso en marcha el conejo hizo lo mismo, tras ella. La vio mirar de nuevo el reloj, y la oyó murmurar algo que sonó a “llego tardísimo”. Aquel animalillo se preguntaba a dónde estaría llegando tan tarde. ¿Qué era tan importante?

La chica siguió avanzando, hasta que encontró lo que sabía que la esperaba. El tocón de un viejo árbol. Corrió hacia él, miró su reloj. Llegaba tarde. Y saltó.

Lo último que vio el conejo que la seguía fue un pliegue de vestido azul que desaparecía extrañamente en aquel viejo tocón. Al acercarse no encontraba por ningún sitio el lugar por donde había desaparecido la chiquilla. Aunque… ¿Qué es eso? Si, parecía una abertura. Entre el tocón y el suelo había un agujero… ¿por ahí se había ido la niña? Se asomó un poco más, con la naricilla apuntando a la oscuridad del hueco. Pero no había donde agarrarse como es debido, y una de sus patas resbaló con la tierra… Y en un segundo se encontraba cayendo en un abismo sin fin. ¿Por aquí había bajado aquella chiquilla con prisa? Él lo dudaba.

Y mientras dudaba, seguía cayendo. Y mientras caía, infinidad de objetos pasaban rozándole peligrosamente las orejas. Pero, si él caía, ¿Qué hacían los objetos que le pasaban? ¿Caer… hacia arriba? Eso no era nada normal. Y miró hacia arriba al tiempo que un enorme piano pasaba junto a él tocando una hermosa melodía. Allá arriba aún se veía el día, el bosque. Aquello no era normal. Miró hacia abajo, se movió, pero todo lo que hacía era bastante inútil. Sólo caía.

Nunca supo cuanto tiempo estuvo cayendo. Si hubiera tenido un reloj, como aquella niña, tal vez podría haberlo contado. Pero él no tenía ningún reloj. ¿A dónde iba a ir un conejo con un reloj? Seguro que era demasiado grande y pesado para que él lo pudiera llevar. Así que solo siguió cayendo un rato más, y otro. Y otro. Y cuando empezaba a pensar que estaría toda su corta vida de conejo cayendo, el suelo apareció, como si siempre hubiera estado allí. Y al fin dejó de caer.




.........

Bueno, supongo que todos conocemos más o menos la historia de Alicia en el país de las maravillas. Por las películas o los libros. Prefiero que las conozcáis por los libros, porque son geniales : )
Esto se me ocurrió un día. Supongo que tiene continuación.. de hecho, prácticamente todo lo que escribo tiene continuación, pero nunca me pongo a ello. Tal vez consigo que si alguien lo lee imagine un final. Y si lo leen varias personas ya tendremos varios finales. No me gusta que las cosas acaben solo de una manera, pero muchas veces no puede ser de otra forma.

Lazzy Lasagna.

1 comentario:

  1. Disfraza la rutinaria y aburrida realidad con metáforas, se hiperbólico durante unos instantes, adórnala con epítetos épicos, jodidos adjetivos innecesarios que hacen delicioso lo más simple, comienza un párrafo con una conjunción, cuéntame tus obscenidades como si no fueran tuyas, desenrolla tu imaginación y hazme una trenza con ella, enumera, corre, vuela, párate en seco, comienza por el tejado, hazme amar al villano y detestar al héroe, canta sin voz, cuélate en mi caurto y debate sobre política con mis demonios nocturnos, detén el tiempo, llévame al pasado juega con el futuro, sé mi droga subjetiva...

    Escribe.

    ResponderEliminar